Y es que ya sabe, las armas las carga el diablo y los niños hacen las cosas sin pensárselo demasiado, pura inquietud y curiosidad. Y eso mismo es lo que pasa en el siguiente vídeo, en el que a un maravilloso padre se le ocurre dejarle su arma cargada a su hijo en el transcurso de una boda y tras haber disparado el arma él mismo.
Si es que a veces los niños son como monos que imitan a sus padres y pasa lo que pasa...
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